Un señor muy respetable. El ansia de poder como leitmotiv

Gallonero Ediciones publica una de las obras más emblemáticas del premio Nobel de literatura Naguib Mahfuz. Una obra maestra sobre las miserias humanas, la soledad y el afán de notoriedad como fin último de una triste existencia.

Óscar Herradón ©

Mi primera incursión en su obra fue con la novela El callejón de los milagros (publicada originalmente en 1947), y aunque entonces, en plena efervescencia adolescente, lo más lógico es que los problemas personales de un microcosmos vecinal de la ciudad de El Cairo –que podría perfectamente extenderse a la humanidad entera–, me la trajeran al pairo, el caso es que me atrapó su lectura, qué demonios, me cautivó, entre acordes de Metallica y Pantera, botellones iniciáticos y sueños efervescentes. Es normal que, aparte de por la magistral prosa de quien fuera premio Nobel, le tenga un cariño especial al señor Mahfuz.

Así que cuando me enteré que Gallonero, una editorial que sabe lo que es la BUENA literatura, publicaba Un señor muy respetable entre sus últimas novedades, no pude sino esbozar una sonrisa, y hacerme con el libro, claro. Y una vez más, Mahfuz, que murió en 2006 dejando un gran vacío entre los egipcios, y millones de personas de otras nacionalidades, volvió a demostrarme por qué está considerado uno de los más grandes escritores del siglo XX. Traducción en castellano (soberbia por cierto) de una obra publicada originalmente en 1975, este título aborda la ambición y la senda de autodestrucción que pueden generar los sueños que, casi en un eterno retorno de ecos kafkianos, se pierden en un marasmo burocrático sin fin. El que de alguna forma todos (o al menos los que no vivimos en la burbuja del privilegio social, la mayoría) experimentamos a lo largo de nuestras escalonadas vidas.

El protagonista de esta obra, Uzmán Bayyumi, consagra su vida al fin último de convertirse en director general. El ascenso a la cúspide como objetivo absoluto de su existencia. Una ambición desmedida que clama por huir de los orígenes, dejar atrás la pobreza y el entorno familiar, el barrio humilde, para «ser alguien», lo que acaba convirtiéndole precisamente en un ser completamente deshumanizado, aplastado por la soledad. Una de las grandes obras de Mahfuz, ahí es nada, donde el ansia de poder como leitmotiv demuestra estar más allá del sentido común, tornándose en una obsesión por huir del pasado. Y es que el hombre, a pesar del paso de los siglos, ha cambiado muy poquito. A veces, incluso para peor.

Para finalizar este post, apunto las palabras que el escritor marroquí Tahar Ben Jelloun, ganador del prestigioso premio Goncourt en 1987, dijo sobre un autor sin parangón y que se recogen en la contra del libro: «Con una excepcional imaginación supo transformar la vida social de su país en la mejor novela árabe de todos los tiempos. No se puede entender Egipto sin Mahfuz».

He aquí el enlace para adquirirlo (no os arrepentiréis):

Apuntes de un cocodrilo. La novela «Queer» de Qiu Miaojin

Hoy en España se debate la controvertida «Ley Trans» que ha provocado un vendaval –otro más de una larga lista– en el Gobierno de coalición; se reivindica en la mayoría de los países civilizados el respeto, la tolerancia y la total aceptación de la comunidad LGTBI, salvo excepciones, y aunque queda muchísimo por hacer en este campo, pues hay numerosos rincones del planeta en los que puedes ir a la cárcel, ser torturado o incluso ejecutado por ser homosexual –no hace tantas décadas que el Franquismo lo consideraba un delito tipificado en la llamada «Ley de vagos y maleantes»–, si echamos la vista atrás el asunto era mucho más urticante, lo que no impedía que se escribieran obras valientes y combativas.

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Cuando en este país era tema tabú, o al menos marginal en los grandes medios y sobre todo entre las familias, mucho más «tradicionales» que en este 2021, allá por 1994, la taiwanesa Qiu Miaojin publicaba una joya de la literatura asiática, un clásico de culto instantáneo que ponía en evidencia las contradicciones sobre la sexualidad y la intolerancia más absoluta del establishment en un país, China, en el que todavía hoy el asunto es tema incómodo, cuando no prohibido. La novela era Apuntes de un cocodrilo, que ahora podemos disfrutar en castellano gracias al buen hacer y a la cuidadosa selección de títulos de Gallonero Ediciones.

Miaojin, que murió apenas un año después, en 1995 –se suicidó clavándose un en el pecho un cuchillo de cocina en París, tras acabar el manuscrito de su última novela-confesión, Testamento desde Montmartre–, era una de las escritoras lesbianas más reconocidas de Taiwán, rincón algo más libre que en los últimos años está en el punto de mira del régimen de Beijing. El telón de fondo de esta atípica y personalísima historia es Taipéi, la capital, una ciudad que la autora retrata en los primeros años que siguieron al levantamiento de la Ley Marcial, ansiosa por acercarse a Occidente y crear una identidad propia completamente independiente de la capital de la República Popular China.

Hoy que vuelve a estar entre las cuerdas dicha «independencia», y que en regiones como Hong-Kong son habituales los abusos policiales, las detenciones ilegales y las leyes marciales por parte de las autoridades chinas, cuánto habría sufrido Miaojin de haber visto el nuevo escenario, configurado por unos cuantos pasos gigantescos atrás. Hace unos días, el almirante estadounidense Philip S. Davidson advertía de que la amenaza de Pekín sobre la isla se cumpliría esta década: «China podría invadir Taiwán en los próximos seis años», según declaró en una audiencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado USA. Escalofriante.

Miaojin

Pero volvamos a comienzos de los noventa. En aquel afán de diferenciarse del gigante asiático y su forma tradicional de convivencia, en Taiwán la homosexualidad, que en China era considerada una enfermedad mental, estaba a medio camino entra la aceptación y la condena. Casi como en la mayoría de rincones. Para la autora, el cocodrilo del título de la novela representa la conciencia de una sexualidad diversa, y como cualquier otro animal vive al margen del asentamiento humano, reacio a dejarse ver. Esta magnética historia de revelaciones a media voz, pero de pura denuncia para quien sabe leer entre líneas, explora los temas de la homofobia y gira en torno a un grupo de jóvenes universitarios queer, término hoy más conocido pero entonces prácticamente inexistente que define una identidad sexual o de género que no se corresponde con las ideas establecidas. En la novela, todos los personajes, con trazos ingeniosos y raros y una personalidad triste, parecen vivir, a su manera, una existencia aislada, como la del cocodrilo, separados de la familia y de la sociedad, y en medio de esa desesperación por tratar de ocultarse cuando quieren ser visibles, se vuelven autodestructivos. Una obra vibrante que es a la vez una sátira social con cierto toque surrealista en la que la autora plasmó todos sus demonios interiores que, unidos a las contradicciones e hipocresía del sistema, la conducirían inexorablemente a la tragedia.

Aquí podéis adquirir esta joya literaria de finales del siglo pasado por fin en castellano: