Apuntes de un cocodrilo. La novela «Queer» de Qiu Miaojin

Hoy en España se debate la controvertida «Ley Trans» que ha provocado un vendaval –otro más de una larga lista– en el Gobierno de coalición; se reivindica en la mayoría de los países civilizados el respeto, la tolerancia y la total aceptación de la comunidad LGTBI, salvo excepciones, y aunque queda muchísimo por hacer en este campo, pues hay numerosos rincones del planeta en los que puedes ir a la cárcel, ser torturado o incluso ejecutado por ser homosexual –no hace tantas décadas que el Franquismo lo consideraba un delito tipificado en la llamada «Ley de vagos y maleantes»–, si echamos la vista atrás el asunto era mucho más urticante, lo que no impedía que se escribieran obras valientes y combativas.

Óscar Herradón ©

Crédito: Pexels. Free License

Cuando en este país era tema tabú, o al menos marginal en los grandes medios y sobre todo entre las familias, mucho más «tradicionales» que en este 2021, allá por 1994, la taiwanesa Qiu Miaojin publicaba una joya de la literatura asiática, un clásico de culto instantáneo que ponía en evidencia las contradicciones sobre la sexualidad y la intolerancia más absoluta del establishment en un país, China, en el que todavía hoy el asunto es tema incómodo, cuando no prohibido. La novela era Apuntes de un cocodrilo, que ahora podemos disfrutar en castellano gracias al buen hacer y a la cuidadosa selección de títulos de Gallonero Ediciones.

Miaojin, que murió apenas un año después, en 1995 –se suicidó clavándose un en el pecho un cuchillo de cocina en París, tras acabar el manuscrito de su última novela-confesión, Testamento desde Montmartre–, era una de las escritoras lesbianas más reconocidas de Taiwán, rincón algo más libre que en los últimos años está en el punto de mira del régimen de Beijing. El telón de fondo de esta atípica y personalísima historia es Taipéi, la capital, una ciudad que la autora retrata en los primeros años que siguieron al levantamiento de la Ley Marcial, ansiosa por acercarse a Occidente y crear una identidad propia completamente independiente de la capital de la República Popular China.

Hoy que vuelve a estar entre las cuerdas dicha «independencia», y que en regiones como Hong-Kong son habituales los abusos policiales, las detenciones ilegales y las leyes marciales por parte de las autoridades chinas, cuánto habría sufrido Miaojin de haber visto el nuevo escenario, configurado por unos cuantos pasos gigantescos atrás. Hace unos días, el almirante estadounidense Philip S. Davidson advertía de que la amenaza de Pekín sobre la isla se cumpliría esta década: «China podría invadir Taiwán en los próximos seis años», según declaró en una audiencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado USA. Escalofriante.

Miaojin

Pero volvamos a comienzos de los noventa. En aquel afán de diferenciarse del gigante asiático y su forma tradicional de convivencia, en Taiwán la homosexualidad, que en China era considerada una enfermedad mental, estaba a medio camino entra la aceptación y la condena. Casi como en la mayoría de rincones. Para la autora, el cocodrilo del título de la novela representa la conciencia de una sexualidad diversa, y como cualquier otro animal vive al margen del asentamiento humano, reacio a dejarse ver. Esta magnética historia de revelaciones a media voz, pero de pura denuncia para quien sabe leer entre líneas, explora los temas de la homofobia y gira en torno a un grupo de jóvenes universitarios queer, término hoy más conocido pero entonces prácticamente inexistente que define una identidad sexual o de género que no se corresponde con las ideas establecidas. En la novela, todos los personajes, con trazos ingeniosos y raros y una personalidad triste, parecen vivir, a su manera, una existencia aislada, como la del cocodrilo, separados de la familia y de la sociedad, y en medio de esa desesperación por tratar de ocultarse cuando quieren ser visibles, se vuelven autodestructivos. Una obra vibrante que es a la vez una sátira social con cierto toque surrealista en la que la autora plasmó todos sus demonios interiores que, unidos a las contradicciones e hipocresía del sistema, la conducirían inexorablemente a la tragedia.

Aquí podéis adquirir esta joya literaria de finales del siglo pasado por fin en castellano:

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