Aldobrando (Norma Editorial)

Norma Editorial publica un sorprendente relato iniciático en forma de novela gráfica, una maravillosa historia sobre el coraje, la amistad y el amor ambientada en un entorno medieval: Aldobrando.

Por Óscar Herradón ©

De la mano de Norma Editorial, referencia indiscutible del cómic tanto americano como europeo y del manga, nos llega Aldobrando, un cuento en forma de novela gráfica, una entrañable historia de superación firmada por Luigi Critone (La Rose et La Croix, basada en la fascinante vida del alquimista y químico alemán Johann Böttger) y el multifacético artista italiano Gianni Pacinotti, alias Gipi, que además de dibujar cómics como Los inocentes, Exterior Noche o Mi vida mal dibujada, entre otros, ha realizado guiones e incluso dirigido películas como L’ultimo terrestre (2011).

Ambientada en la Edad Media, esta fábula cuenta la historia del tímido y asustadizo personaje que da título a la novela gráfica, Aldobrando, quien ha vivido desde que era niño bajo la tutela del hechicero que lo adoptó. Siempre encerrado en su cabaña, alejado (o más bien refugiado) del mundanal ruido, su mentor le impulsará a salir de su ensimismamiento e ir más allá: le hará partícipe de un conjuro que saldrá mal para el hechicero, quien recibirá una herida mortal, lo que obligará a su pupilo a salir en busca de «la hierba del lobo», la única posibilidad de cura para aquel. Un relato de aprendizaje donde el protagonista deberá superar una serie de pruebas.

A partir de ese momento comenzará una aventura de ecos clásicos que, envuelta en el velo del mito, la superstición y la magia medievales, es sin embargo un relato de aprendizaje donde el protagonista deberá superar una serie de pruebas. Una historia que en el aspecto visual combina los colores cálidos y entornos naturales espectaculares (en contraste a los escenarios lluviosos y gélidos, donde se opta por colores fríos y la primacía de las sombras) que casan a la perfección con el excitante guión, repleto de emoción en la que el protagonista, ni fuerte ni ágil, sin habilidades en las armas y ni siquiera demasiadas luces, destaca –a diferencia del héroe prototípico de las novelas de caballerías– por la pureza de su corazón. Un renovado Quijote que emprenderá su particular «camino del héroe» para encontrarse a sí mismo, superarse y entrar de una vez por todas en el mundo de los adultos, algo nada fácil.

De obligada lectura para amantes de la historia, la literatura y el noveno arte.

El Asesino (Norma Editorial)

Norma Editorial publica los integrales de la serie El Asesino, de Matz y Jacamon, que ahora adapta a la pantalla grande David Fincher de la mano de Netflix. Una saga adrenalítica, con múltiples giros de guión, que muestra los límites de la maldad del ser humano y la corrupción que asola nuestro mundo «civilizado».

Por Óscar Herradón ©

He de decir que me encantan los integrales. Es una forma magnífica (y por la que cada vez apuestan más las editoriales) de sumergirse en una serie y darse un buen chute de ella, como si ves en streaming una serie que se emite al completo. A veces esperar cada capítulo (o cada entrega nueva de un cómic) es frustrante. Ahora, Norma Editorial lo hace con El Asesino, del que ya ha publicado dos tomos y está a punto de lanzar el tercero, una historia adrenalítica de asesinos y espías que está de absoluta actualidad porque ha inspirado la nueva y esperada película homónima de David Fincher (Seven, El Club de la Lucha), protagonizada por Michael Fassbender (Shame, Un método peligroso) bajo el todopoderoso paraguas de Netflix.

El protagonista de esta serie, que como buen liquidador/espía no tiene nombre, ejerce una profesión que exige paciencia, destreza y mucha sangre fría, y lo más importante: no dejar rastro. Ello le obliga a vivir como un lobo solitario, cumpliendo su oficio y los contratos que firma con turbios clientes sin dejar huella alguna de sus acciones. Un liquidador, un asesino, como reza el título, que realiza su profesión como otra cualquiera, aunque esta requiere mucha sangre derramada y una ausencia total de compasión.

25 años de éxito

Esta vertiginosa saga que se publicó por primera vez en 1998 de la mano de Casterman, viene firmada por el guionista Matz, quien ha adaptado al cómic, entre otros, Adiós Muchachos y La Dalia Negra, y el artista Luc Jacamon, quien obtuvo en un lejano 1986 el premio Alfred Étudiant otorgado por el Salón de Angoulême a jóvenes promesas. Hoy Jacamon hace mucho que no es una joven promesa, sino un artista consagrado del noveno arte. Prueba de ello es esta saga elogiada por crítica y público en numerosos países. Su dibujo es limpio, de trazo grueso y muy detallado, como en toda buena historia europea, aunque a lo largo de las páginas de estos dos primeros integrales se evidencia un gusto por la experimentación en alguna de sus páginas –o simplemente en una viñeta– que distan mucho de un trabajo de bande dessinée al uso.

El personaje evoluciona de forma sorprendente a lo largo de la historia, con un guión eficaz e imaginativo (aunque en ocasiones algo enrevesado) firmado por Matz, en el que se intercalan también complejas tramas políticas y se evidencia la corrupción de las altas esferas. En definitiva, una serie que uno debe leer antes de  disfrutar de su adaptación por el gigante Netflix con otro gigante del cine tras las cámaras. Deseando hincarle el diente al tercer volumen.

Contrition (Norma Editorial)

Con este post recomendamos en el Pandemónium uno de los últimos títulos lanzados por Norma Editorial, una novela gráfica cruda y desasosegante, pero que atrapa con fuerza al lector y que aborda delicados temas a través de una trama llena de giros inesperados, un auténtico noir en viñetas que demuestra el gran nivel del noveno arte patrio actual.

Óscar Herradón ©

Esta semana he tenido el placer de sumergirme en una de las últimas novedades de Norma Editorial, Contrition, y lo primero que he de decir es que no te deja indiferente. Conforme avanza la trama a través de las páginas de un thriller absorbente y oscuro, más ganas tienes de continuar leyendo, pero penetras en un sórdido universo que no es para todos los públicos, tratado por sus autores con una sutileza notable que recuerda a lo que en 2022 hizo en la pantalla grande Carlos Vermut con Mantícora.

Firmado por Carlos Portela y Keko, es un viaje sin retorno a la podredumbre de la sociedad, a la marginalidad y a aquello que intentamos pensar que no existe, a pesar de ser una persistente realidad. Los personajes que caminan por sus páginas son antiguos pedófilos, pederastas, gentes que cualquiera de nosotros querría hacer desaparecer pero que al final, cumplida su condena, han de vivir en la sociedad, una sociedad que como es lógico los menosprecia, pero a su vez ha de velar por su seguridad. ¿Qué sucede entonces cuando uno de estos individuos es víctima de un crimen? ¿Cómo se comportan las autoridades ante su desaparición?

Un viaje a las tinieblas de la sociedad

Contrición (traducción al español de Contrition) en la teología cristiana es y se da en el sacramento de la penitencia, y la RAE define el término como «arrepentimiento por haber obrado en desacuerdo con la voluntad de Dios y propósito de no volver a actuar mal en adelante». Sus autores no podían haber elegido un título mejor por su doble sentido, aunque en la historia realmente responde a una localidad perdida en el condado de Palm Beach, en Florida, donde muchos ex convictos por delitos sexuales viven apartados de la sociedad en base a las duras leyes del Estado, parias marginados del mundo que no obstante son señalados: en las puertas de sus casas un cartel de la administración advierte que allí reside un depredador sexual.

Con un pulso narrativo envidiable, trazos en blanco y negro (con un fuerte predominio del tono oscuro y las sombras) que encajan a la perfección con la naturaleza de lo narrado, en Contrition, con este incómodo marco narrativo como escenario, comenzará una historia de venganza y redención, un thriller lleno de giros (Portela demuestra ser un maestro en este punto) que no decae ni un segundo hasta su –inesperado– desenlace.

Uno de estos delincuentes sexuales, Christian Nowak, muere durante un fuego en su casa, y mientras las autoridades determinan que todo se debe a un accidente, la infatigable periodista de investigación local Marcia (una mujer empoderada que debe compaginar, no sin dificultades, su trabajo con su vida familiar) descubrirá que hay algo más: el cadáver calcinado parece corresponder al de otra persona. ¿De quién se trata? ¿Dónde está entonces el temido pederasta?

Sin duda, una de las mejores novelas gráficas españolas de lo que llevamos de este 2023, una historia en la que salen a la palestra cuestiones metafísicas de gran complejidad y otras morales que el ser humano prefiere seguir ignorando: ¿es el mal algo inherente únicamente a descarriados, pervertidos, psicópatas, sádicos o asesinos o late dentro de todos nosotros? Además de abordar un delicado asunto, como es el de preguntarse si estos individuos tienen derecho a la reinserción (está claro que según la sociedad no, pues aunque cumplan la condena judicial, jamás se librarán de ella, pues como escribe en el exquisito prólogo Antonio Altarriba, la etiqueta de «depredador sexual» les acompañará a donde quiera que vayan), por las páginas de Contrition planean otros temas de absoluta actualidad como el bullying, el ciberacoso o los límites de la libertad de expresión.

A su vez, la novela gráfica plantea algo arriesgado como difícil de responder: ¿es posible la redención, incluso cuando el que la busca está muy cerca de ser un monstruo?