Curiosidades del Mundo Antiguo, de Ignacio Monzón

Mi buen amigo, el historiador y divulgador Ignacio Monzón Acosta, acaba de publicar su primer libro, Curiosidades del Mundo Antiguo (Medea, 2010), un inquietante, absorbente y sobre todo ameno recorrido por las antiguas civilizaciones de Grecia y Roma. Rebosante de erudición y no exento de la fina ironía que caracteriza al autor, el libro recoge parte del contenido de la sección homónima del programa radiofónico “La Rosa de los Vientos” (Onda Cero) durante el período 2008-2009, con nuevos y sugerentes contenidos escritos por Monzón ex profeso para este atractivo ensayo; un repaso a diferentes aspectos de estas civilizaciones madre: la mujer, el sacerdocio, los acueductos, los oráculos, la ciencia, el origen del teatro y un largo etcétera. Cada capítulo, de un total de veinticinco, trata un tema de forma separada pero que se puede relacionar con el resto, incluyéndose una gran cantidad de referencias a autores clásicos y modernos así como fragmentos de textos clásicos para argumentar las explicaciones.

Un par de cronologías básicas para cada civilización y una sucinta bibliografía final de referencia, completan este atractivo proyecto. Para más información pueden consultar la página web de la editorial Medea: http://www.medeaediciones.com/

Una respuesta a «Curiosidades del Mundo Antiguo, de Ignacio Monzón»

  1. ….AQUELLA TARDE DEL MES DE “IULIUS”….

    Situémonos,…… Roma, 100 años después de Cristo, cientos de ciudadanos romanos, pueblo este al que tanto debemos y referente cultural en nuestros días a pesar de haber sido uno de los mas sanguinarios que ha existido , asisten gozosos a la ejecución de varios cautivos condenados a la muerte mas humillante, sucumbir para divertir, para saciar la sed de sangre;

    Hombres , mujeres y niños sin distinción alguna, han sido ubicados en el centro del coliseo y sus cuerpos desnudos para deleite de la plebe esperan su terrible final, de pronto…. el suave murmullo que impregna el ambiente es interrumpido por una suerte de estridentes sonidos de trompetas que anuncian el comienzo de la ejecución, tras esto, el murmullo inicial se torna en un ardoroso clamor, de la arena como por arte de magia emergen con ímpetu varios leones, que confusos por los gritos del público salen nerviosos y asustados, y con su mirada felina escrutan el entorno que les rodea, olisquean el aire viciado por tanta “humanidad” junta, examinan la arena bajo sus garras con denuedo, su básico comportamiento animal es seguido con atención por los miles de espectadores asistentes y que gozosos observan desde la grada el devenir de las criaturas, mientras, los pobres desdichados condenados a muerte, esperan en el centro del óvalo de arena convertido durante unas horas en templo de muerte y vergonzoso patíbulo, escenario de las miserias humanas, sus caras denotan el terror de alguien que ve la muerte tan cerca que incluso puede percibir su olor, las fieras mal nutridas a conciencia desde muchos días antes del espectáculo, añoran la carne humana a la que han sido acostumbrados durante su estancia en las húmedas jaulas de los sótanos del coliseo, su hambre es atroz y enseguida sus sentidos agudizados por el intenso apetito perciben el fuerte olor que desprenden sus presas, huelen el terror de los condenados, y comienzan a dar vueltas alrededor de la piña de hombres cada vez mas apretada , los niños y las mujeres son protegidos por los miembros mas vigorosos del grupo que ocupan la parte exterior del circulo, las fieras sin dudarlo se abalanzan sobre los mas expuestos, los mas afortunados sufren una muerte rápida pues su verdugo con una precisión quirúrgica alcanza su yugular de forma fatal, otros corren peor suerte y sufren una muerte lenta con continuos mordiscos y desgarros en brazos, piernas y abdomen, la sangre corre a borbotones por la arena que progresivamente va tiñéndose de rojo, poco a poco, el cinturón exterior de hombres sucumbe ante las fieras y mujeres y niños quedan al descubierto, su destino esta sellado, los leones se relamen con regocijo, saben que ha llegado la guinda para su pastel, la tierna y jugosa carne de un niño en nada se parece a la probada hasta ahora en su festín mas dura y no tan apetitosa para sus paladares, los niños gritan aterrados, las mujeres en un arranque de valor intentan protegerles pero todo es en vano… en cuestión de minutos son devoradas por las

    fieras y acto seguido los desgraciados jóvenes corren la misma suerte, sus cuerpos desmembrados cubren la parte central del coliseo, convertido en improvisada carnicería durante unas horas, cientos de espectadores disfrutan la macabra escena…, vísceras, jirones de piel, sangre, dolor,…. todo es poco para colmar a la plebe, todo es superable, todo es………un puro espectáculo.

    ¿Que os va pareciendo el relato? Intuyo que todo lo que tiene de estremecedor pudo ser de lo más real y me quedo corto con lo que debió de vivirse en aquellas tardes en la gran urbe de las siete colinas.

    Sigamos con la historia….Plaza de las Ventas, la vieja Hispania ha pasado a llamarse “España” con el trasiego de los siglos, año 2010 después de Cristo, un jóven torero de cuyo nombre no quiero acordarme sale a hombros del ruedo , jaleado por cientos de personas tras una memorable tarde donde ha dado muerte a 3 astados, bajo la atenta mirada del público asistente que ha disfrutado con la faena del diestro……los toros fueron aturdidos previamente a su salida a la arena para frenar sus ímpetus y facilitar la tarea del torero, sus cuerpos fueron perforados sucesivamente con las afiladas puntas de las banderillas que dolorosamente cuelgan de su lomo trabadas en la carne del animal debido a su forma de arpón para evitar que se caigan, los mencionados animales han sido alanceados sucesivas veces por un hombre subido a lomos de un vistoso corcel, y finalmente tras unos minutos de sufrimiento el morlaco es muerto de una………..con mucha suerte acercada estocada y …..en la mayoría de las ocasiones con la torpe y dolorosa chapuza de toreros nerviosos, inexpertos e ineptos que fallan en su lance final y provocan que la agonía del animal dure varios e interminables minutos.

    Pues bien, 2000 años después nos encontramos con el mismo y lamentable espectáculo, la semejanza es realmente sorprendente, incluso las plazas de toros son una replica viva de los anfiteatros romanos, templos de la muerte en tiempos… templos del dolor en nuestros días, los protagonistas de tan aterradora escena cambian, ahora sufre el animal y goza el hombre,…..pero la esencia del espectáculo…..es la misma dolor, sufrimiento para divertir, entretener, perpetuar bárbaras costumbres de nuestros antepasados, y después de todo esto yo me pregunto….
    ¿realmente hemos evolucionado???

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