Ritos y simbología del crimen organizado (Parte II): La Cosa Nostra

Estos días se juzga a los cabecillas de los clanes de la ‘Ndrangheta en Calabria. La Camorra vuelve a estar de actualidad cuando un documental revela cómo los nuevos «capos» de la mafia napolitana son apenas «millennials» que siguen haciendo negocio en plena pandemia y hace unos días que el sicario de la Cosa Nostra Ferdinando «Freddy» Gallina era extraditado desde EEUU a su Italia natal para ser juzgado por tres homicidios «agravados con finalidad mafiosa». El crimen organizado «made in Italy» sigue viva cuando apenas queda un año para que se cumpla medio siglo del estreno en cines de El Padrino, obra maestra por antonomasia del nuevo cine de los setenta. Excusas suficientes para repasar los ritos secretos y los símbolos esotéricos de la Mafia.

Óscar Herradón ©

Charles «Lucky» Luciano

La siciliana es, sin duda, una de las Mafias más conocidas del planeta. Y es que, aunque durante siglos sus acciones se limitaron a Sicilia y zonas limítrofes, con la emigración a América, los tentáculos de ésta, y, en menor medida, de la Camorra –con una estructura similar, aunque compuesta de familias más pequeñas que suelen reunirse en una comisión, cuyo máximo exponente al otro lado del Atlántico fue el archifamoso Al Capone–, se extendieron como una plaga por todo el territorio estadounidense. Allí dominaron los Sindicatos de Camioneros, el transporte de basura, los muelles –no tardaremos en hablar del control de estas zonas estratégicas durante la Segunda Guerra Mundial–, el tráfico de alcohol –durante la Prohibición–, de drogas o la prostitución, con grandes capos como Joe Masseria, Charles «Lucky» Luciano,  Vito Genovese o Carlo Gambino.

Personajes que tuvieron sobre las cuerdas al FBI y al propio gobierno estadounidense durante décadas. Puesto que en un breve espacio de tiempo es imposible hacerse eco de la magnitud de la mafia siciliana y sus extensas ramificaciones, hablaré solamente del ritual de iniciación con el que cuenta la Cosa Nostra, como una auténtica sociedad secreta, con un fuerte componente simbólico-religioso y donde el código de honor, como en la mayoría de asociaciones ilícitas, es fundamental.

La sociedad secreta medieval Beati Paoli

El periodista Fabrizio Calvi, quien trabajaba para el diario parisino Libération, atribuía hace unos años esta ceremonia a la influencia de los ritos iniciáticos de los Beati Paoli, una suerte de secta medieval secreta de justicieros religiosos. Aunque puede que no formen sino parte del folclore, en Italia cuentan que estos «soldados» iban ataviados con capuchas negras, operaban por la noche y se ocultaban en el amplio sistema de catacumbas de Palermo, donde tenían su sede.

El juramento sagrado

El periodista Eric Frattini, en su documentado trabajo Mafia S.A. 100 años de la Cosa Nostra, recogía el texto del discurso para el ingreso en la organización secreta, que fuera desvelado por el gánster Jimmy Fratianno tras convertirse en confidente del FBI: «Nos reunimos aquí para aceptar a un nuevo miembro. Ahora estás ingresando en la honorable sociedad de Cosa Nostra, la cual acoge solo a hombres de valor y lealtad. Entras vivo y sales muerto. La pistola y el puñal son los instrumentos mediante los cuales vives y mueres. Cosa Nostra está antes que cualquier otra cosa en la vida. Antes que la familia, antes que el país, antes que Dios. Cuando se te llame debes acudir aunque tu madre, tu esposa o tus hijos estén en el lecho de muerte. Hay dos leyes que debes obedecer: nunca traicionarás los secretos de la Cosa Nostra y nunca violarás o tocarás a la esposa o a los hijos de otros miembros. La violación de cualquiera de estas leyes significa la muerte sin juicio o advertencia. Levanta tu dedo y haz brotar una gota de sangre, ya que ésta simboliza tu nacimiento en nuestra familia. A partir de ahora somos uno hasta la muerte. Ahora eres un hombre hecho, un amico nostro, un soldado de la familia».

El libro Cosa Nostra, publicado en España por la editorial Debate.

A continuación, una vez que el neófito rendía juramento, el oficiante preguntaba al aspirante si aceptaba ingresar en la sociedad. Tras la respuesta afirmativa, el iniciado pedía a los testigos que le hirieran en su mano izquierda, con la intención de manchar con su sangre la estampa de un santo. A continuación, procedía a quemar la imagen pronunciando el lema que lo ligaba de por vida a la organización: «Que mi carne arda como esta imagen piadosa si no respeto mi juramento». 

En la península Itálica en la actualidad la mafia más peligrosa, junto a la Camorra napolitana, es, como comentábamos en el primer post, la ‘Ndrangheta, que tiene su base de operaciones en Calabria y que en 2007 tuvo ingresos anuales estimados entre 35 y 40 mil millones de euros, alrededor del 3,5% del PIB de Italia, y cuyo rito de iniciación, con variantes, es muy parecido al de la Cosa Nostra. Conocido como «ceremonia de otorgamiento», es un ritual de juramento de sangre donde el llamado capo de società, en presencia de testigos, hace jurar al aspirante –el picciotto–, en medio de un fuerte componente religioso, en nombre del arcángel San Gabriel y el capo, con una aguja o un cuchillo, pincha el dedo índice del neófito, dejando caer algunas gotas de sangre sobre la estampa de santa Annunziata –patrona de los camorristas y también de la Cosa Nostra–, enciende una vela y, durante unos segundos, sujeta el dedo pinchado sobre la llama; después, quema la estampa, mientras pronuncia el sagrado juramento cuyo incumplimiento se paga con la muerte. Fue parte de lo que pudieron grabar los caravinieri de Calabria en 2014.

Este post tendrá otra próxima entrega… TOP SECRET!

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